sábado, 4 de octubre de 2014

La máquina de la muerte


                                                          ☼                                              

Dejo esa máquina afilada encima de la encimera y empiezo a llenar la bañera con agua caliente.
Me quito el albornoz viendo mi cuerpo nudo delante del espejo. Me lleno de rabia y de tristeza al ver mis brazos y piernas llenos de cortes.
Que asco me doy.
Cojo la cuchilla y me siento en la bañera.
Mi piel se me enrojece del agua casi quemando... pero ya me da igual.
Cierro el grifo a la vez que cierro mis ojos lentamente.
Me relajo durante unos segundos.
De repente me vienen pensamientos e imágenes de todas las cosas malas que he hecho y empiezo a llorar.
Estoy harta. Estoy harta de todo y de todos.
Muevo mi arma favorita entre mis dedos, dándole vueltas.
No me doy cuanta y ya tengo la cuchilla rozando mi piel; hago una fina línea y en unos instantes ya tengo la bañera tintada de un ligero color rojizo.
Hago unos cuántos más, cada uno por una razón diferente, Y luego, el 'golpe' final.
Corto encima de una vena de mi brazo con mucha rabia y se me empieza a oscurecer la vista. Cierro los ojos y oigo a mi madre gritar y llorar, después, ya no siento nada.


Abro los ojos y estoy en un hospital.
Me levanto de la camilla y no puedo creer lo que veo.
¿Soy... yo?
Me siento confusa.
De repente, oigo un sonido agudo que hace; <piiiii> sin parar.

¿Estoy muerta?





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